lunes, 22 de febrero de 2010


Si yo fuera el viento, te tocaría sin que te enfades, te besaría tan suavemente que no podrías rechazarme. Si yo fuera el sol, iluminaría tu camino y secaría todos tus miedos. Si yo fuera la tierra, te daría confianza para que tus pasos fueran seguros; pero... Yo soy sólo una mujer a la cual tú no quieres mirar,

tal vez por miedo a enamorarte.

Una niña quizás, que intenta jugar con el amor y enredarse en tu corazón; y tú, hombre necio, no quieres mirar a tu interior y sólo consigues hacerme golpear con la realidad de que soy solamente para vos una amiga y nada más.

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